Él se esta marchando,
siguiendo un reflejo de nada,
buscando un sueño vacío
ahogándose en sus lágrimas
ocultando su rostro detrás de una máscara rota.
Ha perdido su nombre,
se siente lleno de un vacío profundo.
Grita, pero no sabe dónde,
corre sin buscar consuelo
llora lágrimas de su profundo duelo.
Él ha decidido marcharse.
Cada paso es una huella con palabras.
Palabras tristes que el sol las calienta y se rajan
nadie las puede leer,
solo aquel que ha perdido la batalla
y busca un futuro incierto,
ahogado en un desierto seco.
(Anthony Ramos E.)
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